domingo, 10 de octubre de 2010

Camino a la Perdición

"Esta es la vida que elegimos. Sólo hay una cosa clara, ninguno veremos el cielo."
Paul Newman. Camino a la Perdición.

"Camino a la Perdición" es una película del 2002 dirigida por Sam Mendes y protagonizada por Tom Hanks, Paul Newman, Jude Law, Daniel Craig y Tyler Hoechlin.
La película es una exquisita adaptación al cómic homónimo de Max Allan Collins y Richard Piers Rayner. Es un drama excelente sobre un padre y un hijo sin nada que perder salvo el uno al otro. Es una película de gangsters disfrazada de "road movie" con una buena dosis de historia de venganza.

Sam Mendes estalló en Hollywood con un súper éxito, "American Beauty". Antes de eso tenía en sus espaldas una buena reputación en el mundo del teatro. Pero con esa película se disparó su popularidad, y su siguiente pelicula debía demostrar si estábamos realmente ante el fantástico director que su primer trabajo descubría, o si "American Beauty" era un destello en la carrera de un director corriente, como en tantas ocasiones había pasado en Hollywood.
"Camino a la perdición" cumplió con las espectativas y coronó a Sam Mendes como un hombre grande en la industria.

La película es un alarde de buen gusto por parte de todos los responsables que participan en ella.
Un tema bastante trillado cinematográficamente se trata con un buen hacer y una profesionalidad que te mantienen pegado a la historia durante el metraje al completo. Los planos de Sam Mendes están cuidados y muy bien pensados para la película. Es un director muy meticuloso a la hora de colocar la cámara y se descubre como un genio en la creación de planos.
No es de extrañar que la película obtuviera un Óscar a la mejor fotografía, pues es preciosa, y de una paleta de colores perfecta para el tono del film.

El tema humano se trata a la perfección. La película trata sobre la falsa moralidad del mundo de la mafia y del sufrimiento de las personas vinculadas. Es la historia de un padre y un hijo en mundo corrupto y cruel. Es emotiva de principio a fin, gracias al ritmo de Mendes y a unas excelentes y sobrias actuaciones.

La espina dorsal de la cinta es sin duda el elenco de actores que la rodean. Tom Hanks realiza un papel extraordinario encarnando al matón a sueldo y padre de familia Michael Sullivan, se lee en su cara en todo momento la falsa moralidad a la que está sometido y el sentimiento de culpa que lo corroe. Actúa como los grandes maestros, básicamente porque es ya uno de ellos.
Jude Law está más que correcto en su papel, aunque su personaje tiene peso en la película no es suficiente para explotar más su interpretación. Pero está perfecto en las escenas en las que aparece.
Daniel Craig está muy bien como hijo del gran capo. Tiene ese aire chulesco que le viene como anillo al dedo para el papel, y a la vez ese punto psicópata y caprichoso con el que se luce como actor en más de un plano del film.
Pero la actuación de la película es para el genio Paul Newman. Como extraña el cine su presencia.
Es un maestro. Su actuación es sobria, sobrecogedora y tremendamente carismática. Su enorme experiencia se ve traducida en un trabajo digno de Óscar. Inconmensurable.

En definitiva, una gran película que debe ser visionada por todo cinéfilo que se precie. Es un ejercicio de saber hacer y buen gusto. Un clásico instantáneo.


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